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En los sistemas fotovoltaicos integrados en edificios (BIPV), se utilizan principalmente láminas de acero galvanizado o aleaciones de aluminio, magnesio y manganeso. Estos materiales son ligeros, resistentes a la corrosión y tienen una larga vida útil. Por ejemplo, las aleaciones de aluminio y magnesio pueden mantenerse en buen estado hasta 50 años en condiciones normales, lo que garantiza fiabilidad en aplicaciones sobre techos.

Sí. Los paneles solares se adaptan tanto a techos planos como inclinados. El ángulo de instalación se ajusta según la ubicación y la cantidad de luz solar disponible, permitiendo optimizar la eficiencia energética, especialmente en regiones con menor exposición solar.

A diferencia de las láminas de techo tradicionales de una sola capa, los paneles solares con aislamiento tienen un diseño multicapa. Su núcleo de espuma rígida de poliuretano mejora tanto el aislamiento térmico como acústico, disminuyendo ruidos como la lluvia, el viento o el ruido ambiental. Esto los hace ideales para hospitales, escuelas o viviendas donde mantener un ambiente silencioso es fundamental.

En regiones con fuertes vientos y tifones, los techos metálicos de junta alzada con abrazaderas de 360° son la opción más segura, ya que los paneles se ensamblan de manera firme y evitan levantamientos. Otra alternativa son las láminas de techo con fijación oculta, que ofrecen gran resistencia al viento sin elementos visibles, aumentando tanto la durabilidad como la estética del techo.